La deshidratación puede afectar a cualquier persona, pero hay dos grupos que requieren especial atención: los niños y los adultos mayores. Cuando se presenta fiebre, diarrea, vómito o exposición prolongada al calor, el cuerpo pierde agua y electrolitos esenciales que son clave para el funcionamiento celular. En estos casos, actuar rápido con una solución de rehidratación adecuada puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida o una complicación mayor.
¿Qué es la deshidratación y por qué representa un riesgo?
La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, lo que lleva a un desequilibrio en los niveles de agua y sales minerales. Esto puede suceder por varias razones comunes:
- Episodios de vómito o diarrea.
- Fiebre prolongada.
- Sudoración excesiva en días calurosos.
- Baja ingesta de líquidos, especialmente en personas dependientes o con movilidad reducida.
Si no se corrige a tiempo, la deshidratación puede avanzar rápidamente y comprometer funciones vitales, generando síntomas como debilidad, presión arterial baja, mareos, confusión y, en casos extremos, descompensación grave o incluso riesgo vital.
Niños y adultos mayores: ¿por qué tienen mayor riesgo?
Los niños pequeños y los adultos mayores presentan características fisiológicas y conductuales que los hacen más susceptibles a perder líquidos y no reponerlos de forma adecuada:
En niños:
- Su cuerpo contiene un mayor porcentaje de agua.
- Pierden líquidos con mayor rapidez.
- A menudo no pueden expresar bien lo que sienten (sed, malestar, fatiga).
- Tienen reservas hídricas limitadas.
En adultos mayores:
- Disminuye la percepción de sed con la edad.
- Algunos padecen enfermedades crónicas que favorecen la pérdida de líquidos.
- Pueden estar en tratamiento con diuréticos u otros medicamentos que incrementan la eliminación de agua.
- A menudo no consumen suficiente líquido por dificultades para deglutir o acceso limitado.
Estos factores convierten a niños y adultos mayores en dos grupos de atención prioritaria cuando se trata de patologías y tratamientos relacionados con la hidratación.
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La prevención es salud: actúa a tiempo
Tener en casa un producto como Salydrat 20.6 g es un acto de prevención responsable. La deshidratación en niños y adultos mayores puede avanzar silenciosamente, pero sus consecuencias pueden ser graves si no se corrige con prontitud.
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Ante síntomas persistentes o agravamiento del cuadro clínico, consulta con un profesional de la salud. Cuidar la hidratación es cuidar la vida.